Cómo Navegar las Fiestas con Calma: Recomendaciones para Sobrevivir la Navidad y el Año Nuevo en Tiempos Difíciles

Las fiestas de Navidad y Año Nuevo, aunque son momentos para celebrar y compartir, también pueden ser una época emocionalmente compleja. La nostalgia, las ausencias y el estrés acumulado pueden hacer que estas fechas sean más difíciles de lo que parecen. Si este año te sientes abrumado/a o triste, o si estás viviendo el duelo por la pérdida de un ser querido, quiero ofrecerte algunas recomendaciones cálidas y cercanas para que puedas transitar estas fiestas con más calma y cuidado hacia ti mismo/a.

1. Permítete sentir todo lo que sientes

Las fiestas nos invitan a mostrar lo mejor de nosotros mismos, pero es importante recordar que no siempre tenemos que ser "felices". Si este año sientes tristeza, soledad o incluso enojo, no hay nada de malo en eso. Si has perdido a alguien querido, las fiestas pueden intensificar ese dolor. Permítete sentir lo que sientes sin juzgarte. El duelo no tiene un calendario, y es normal que las emociones sean intensas durante esta época. Hablar con alguien cercano o escribir sobre lo que sientes puede ser una manera liberadora de procesar esas emociones.

Si este es tu caso, intenta ser amable contigo mismo/a. Es muy posible que haya momentos en los que las celebraciones te resulten especialmente difíciles. Está bien dar un paso atrás y no forzarte a participar en actividades o reuniones si no te sientes preparado/a.

2. No te pongas metas inalcanzables

Las fiestas no tienen que ser perfectas. A veces, la presión por hacer todo "como siempre" puede ser abrumadora. Si este año te sientes más cansado/a o emocionalmente agotado/a, es importante ser realista con lo que puedes hacer. No tienes que cumplir con todas las expectativas, ni las tuyas ni las de los demás. Está bien ajustar las celebraciones para que se alineen con lo que te hace sentir bien, ya sea en solitario o en compañía.

Si sientes que los preparativos te están ahogando, haz lo que puedas y delega lo que no sea esencial. Al final, las mejores fiestas no se miden por el número de adornos o regalos, sino por los momentos auténticos que compartimos.

3. Haz espacio para el autocuidado, especialmente si estás atravesando un duelo

Si estás enfrentando la pérdida de un ser querido, es fácil perder de vista tus propias necesidades en medio del dolor. El autocuidado, en este caso, no significa estar "bien" o "perfecto", sino darte permiso para estar contigo mismo/a, de manera compasiva. Si necesitas tiempo para llorar, para recordar, o simplemente para estar en silencio, hazlo sin sentirte culpable. Si tienes energía, salir a caminar al aire libre o hacer algo que te reconforte puede ayudarte a conectar contigo mismo/a y con la naturaleza.

Si te resulta difícil relajarte, prácticas simples como la respiración profunda, la meditación o escuchar música suave pueden darte un respiro. El cuidado de tu cuerpo y mente durante este tiempo es fundamental.

4. Redefine lo que realmente importa

Las fiestas no tienen que ser solo una serie de eventos sociales o compras. Trata de recordar lo que realmente te hace sentir bien durante estas fechas. Tal vez lo que más disfrutes sea una conversación tranquila con un amigo, una caminata al aire libre o simplemente pasar tiempo en casa, sin presiones. Reflexiona sobre lo que realmente te llena y busca maneras de incorporar eso en tus días. A veces, las mejores celebraciones son las más simples y auténticas.

5. Establece límites y maneja las tensiones familiares con calma

Durante las fiestas, es fácil sentirte presionado/a a cumplir con todas las expectativas: asistir a todas las reuniones, hacer favores o estar disponible para todos. Pero recuerda que tu bienestar debe ser lo primero. Poner límites no es egoísta; es una forma de cuidarte para disfrutar las fiestas de manera más plena. Si necesitas descansar o rechazar una invitación, hazlo con amabilidad y sin culpas.

Las reuniones familiares, especialmente si hay tensiones no resueltas, pueden ser un desafío. Si te encuentras en situaciones incómodas o difíciles, respira profundamente antes de reaccionar. No tienes que enfrentarlo todo de una vez. Si sientes que la situación te está afectando, retírate un momento para calmarte. La comunicación tranquila y honesta, sumada a la capacidad de poner límites respetuosos, puede ayudarte a manejar el estrés de estas interacciones. Recuerda que cuidar de ti es la mejor manera de estar presente para los demás.

En resumen, las fiestas no tienen que ser una fuente de presión o estrés. Si estás viviendo un duelo o esta temporada es dificil para ti, recuerda ser amable contigo mismo/a y darte el espacio si lo necesitas. No hay una forma correcta de vivir estas fiestas, solo lo que te ayude a sentirte en paz y cuidar de ti. Permítete sentir, descansar, recordar y, sobre todo, ser compasivo/a contigo mismo/a. Estas fiestas son solo una parte del camino, y siempre habrá nuevas oportunidades para sanar y encontrar momentos de consuelo.

Te envío un abrazo cálido y el recordatorio de que está bien sentir lo que sientes y pedir ayuda cuando lo necesites.